Recibí una invitación para ir a Santiago de Chile, ciudad que nunca había visitado. Me pareció una excelente oportunidad para conocerla, aunque sólo fuera por un fin de semana y de paso aprovechar para ir de compras en Santiago. Lo que pude conocer de Santiago fue lo que permitió el limitado tiempo, básicamente tres barrios: Las Condes, Italia y el Barrio Cívico.

Me sorprendió muy gratamente de Santiago la extrema higiene urbana. Todos los espacios públicos que visité los encontré muy pulcros y súper agradables. Sólo no me gustó tanta presencia de cable aéreo por toda la ciudad, así como que los transformadores de electricidad se encuentren a la vista. Me pareció una pena ya que afean la ciudad. También me gustó mucho el trato recibido. Encontré en los chilenos gente muy agradable, educada y que recibe bien a los visitantes.