Puerto La Pista. Una escapada en velero al delta de Buenos Aires
Como Uruguay está cerrado al turismo, no fue posible que realizara mi viaje habitual para pasar Año Nuevo en Colonia. Empecé a evaluar alternativas y finalmente la ganadora fue ir a pasar unos días a Puerto La Pista (en el Delta de Buenos Aires), lugar que varios amigos nautas me recomendaron varias veces y aún no había visitado.
Hace unos años fui al Recreo Cruz Alta (comparten el mismo canal de acceso), recuerdo que al pasar frente a Puerto La Pista me pareció un lugar muy lindo, pero tenía un cable aéreo que impedía el ingreso de velero. Gracias a Alejandro Kalfayan me enteré de que afortunadamente ese cable fue retirado, permitiendo actualmente el acceso.
Lo primero que tengo que decir es que el sitio web que tienen está muy bien realizado, pero no le hace honor al lugar, me pareció mejor de lo que muestran. La propuesta es interesante, porque es versátil, es posible ir con embarcación propia o no y dormir abordo o alojarse en las cabañas que tienen. En mi caso opté por quedarme abordo y disfrutar el cambio de año desde el cockpit. Sin dudas fue una excelente elección.
Antes de ir me comuniqué por WhatsApp para pedir información, la misma no fue tan amplia como esperaba, pero suficiente como para conocer el costo y algunos lineamientos generales. Disponen de marina para los barcos (la luz está incluida en el costo), restaurante, vestuarios con duchas, un bar en una de las playitas (muy modesto, pedí una cerveza de litro y no tenían) y una piscina a la que sólo pueden acceder los que se alojan en las cabañas (una pena, pero razonable, para mantener una cantidad limitada de gente). No es posible llevar comida a los lugares públicos. En definitiva, reglas y condiciones más que aceptables.
No toman reserva para las amarras, según me dijeron el lugar se obtiene por orden de llegada (luego ampliaré sobre este punto).
Cómo llegar a Puerto La Pista
En barco
Desde la Farola de San Isidro son aproximadamente 19 millas náuticas hasta Puerto La Pista, realizando este recorrido:
- Rio Luján
- Canal Gobernador Arias
- Paraná de las Palmas
Bajando luego hasta la boya roja del km 61 del Paraná de las Palmas.
Yendo en velero me gusta realizar esta derrota, ya que remontar el Paraná de las Palmas puede ser muy pesado por la fuerte corriente bajante. Probablemente en lancha o crucero eso no sea un problema, en ese caso el recorrido es más corto. Son 15 millas hasta la Farola de San Isidro.
La derrota que hice al volver es la siguiente:
- Paraná de las Palmas
- Canal Honda
- Río Urión
- Vinculación
- Río Luján
Yendo aguas abajo se hace muy fácil, rápido y con un consumo de combustible bajo.
Tener presente que hay que llevar bastante combustible y que la estación de servicio del ACA (sobre el Luján, antes de llegar al Arias) es la última (por lo que me dijeron). Zarpando desde la Ciudad de Buenos Aires y a un ritmo tranquilo me demandó unas 5 horas llegar.
Lancha colectiva o lancha taxi
También es posible llegar en lancha colectiva de la línea Delta Argentino SA (+5411-4749-0537 / 4731-1236) que parte de la estación fluvial de Tigre (aproximadamente 90 minutos).
Otra opción más veloz es tomar una lancha taxi (aproximadamente 45 minutos desde Tigre).
Mi experiencia en Puerto La Pista
Espacios públicos
El lugar superó mis expectativas. Como mencioné antes, el sitio web lo muestra como un buen lugar, pero en persona me pareció mejor (al menos para lo que yo buscaba). Deberían poner más fotos para que se vea mejor cómo son los espacios públicos, las fotos muestran pocas panorámicas como para tener una idea de los espacios al aire libre. Por otro lado la web lo muestra como un lugar súper chic y lo que encontré fue un lugar familiar, no tan chic, mas adecuado a mi gusto y donde me sentí más cómodo.
La marina está muy bien (mejor que en muchos clubes náuticos), con tomas de luz a una cómoda distancia. Recordar llevar toma macho de los que se usan en náutica (donde me conecté había de 16 y 32 amperes). Se fondea por proa y la popa hacia la marina. Al llegar el personal indica dónde fondear.
La cantidad de gente que encontré fue más que adecuada, con espacio suficiente para que todos estuviésemos cómodos. Una de las cosas que más me gustó es que hay varias playitas que dan al Paraná de las Palmas, cada una de ellas con una impronta propia. Algunas con más afluencia de gente y otras más tranquilas. Eso es genial porque se puede elegir lo que a uno le gusta o tiene ganas en ese momento.
Restaurante
Si bien la mayoría de los días almorcé y cené abordo la experiencia del restaurante fue buena, los precios son razonables y la comida buena.
Sobre el público
Aunque había varios veleros, es un lugar en el que predominan los cruceros y lanchas (cariñosamente los llamamos «humeantes»). No quiero generalizar porque las personas somos personas (no conjuntos de personas) y nuestras habilidades y conocimientos no vienen dados por el tipo de embarcación o auto que usamos. Sin embargo, el público motorizado es muy distinto al de la vela.
Tengo brevet náutico desde el año 1995, desde aquel momento sólo dos veces mi fondeo fue arrastrado (junto con mi barco), ambas veces sucedieron en el lapso de 3 días que pasé en este lugar… La primera vez la cuento en el siguiente párrafo, la segunda fue un crucero que, además de arranca el ancla, enredó mi cabo de fondeo en su hélice (lo destrozó, sin cortarlo, ni pagarlo). Le llevó una hora y media tirado en el agua poder sacarlo.
Quise visitar las cabañas, para conocerlas por dentro (para algún viaje futuro). Lamentablemente, como estaban todas ocupadas, eso fue imposible. Me dio la sensación de que hay algunas cabañas más nuevas (las que están cerca de la piscina) mientras que las que dan al Paraná de las Palmas están más descuidadas.
Lo que no me gustó de Puerto La Pista
Amarre
Mi experiencia en general fue positiva y volvería. Lo único que opacó la misma tuvo que ver con la asignación del lugar donde amarrar. Como comenté antes, me dijeron por WhatsApp que no tomaban reservas para las amarras y que la asignación era de acuerdo al orden de llegada. En mi caso llegué el 31 de diciembre, había bastante lugar libre y me indicaron adonde amarrar. Así lo hice y estuve muy bien un par de días, a pesar de que al lado mío tomó amarra un crucero muy grande (y muy mal amarrado), que se venía encima de mi velero con el riesgo de arrastrarlo y quitar mi fondeo. Estaba tan mal amarrado que su popa golpeaba contra la marina, aparentemente sin que eso le preocupara al dueño.
Para evitar roces le pedí a la gente del lugar que lo ayudaran a amarrar correctamente el barco, tomando distancia del mío. Me dijeron que efectivamente, esta persona siempre tomaba amarra muy mal. Solucionaron el tema. Luego este crucero se fue (aparentemente es habitué) y aparentemente volvería al días siguiente con otros dos cruceros amigos. Estando en la playa me acerco al barco y veo alguien en mi cubierta, tocando mi fondeo, que uno de esos cruceros amigos se llevó puesto. A pesar de tener muchísimo espacio libre dejaron ese barco golpeando con mío sin que eso les importara lo más mínimo.
Moví mi barco para evitar eso, pero la gente del puerto me dijo que estaba volviendo el crucero grande, que eran tres barcos amigos y que querían estar juntos. En definitiva, tuve que levantar el ancla e irme a un sector más tranquilo, para evitar todo ese stress. Me encargué en el momento de expresar mi malestar con la gente de Puerto La Pista y no les importó ni me dieron ninguna respuesta. Me pareció una falta de respecto. Aparentemente las amarras no se asignan por orden de llegada, si no por importancia de la eslora.
Fue una pena todo ese episodio, estaba disfrutando del lugar cuando tuve que mover dos veces mi barco porque un tipo quería estar cerca de sus amigos y se ve que no quería caminar los veinte metros que lo separarían de ellos usando algún lugar libre disponible. Los marineros de La Pista muy flojos en la asignación de las amarras, yo lo viví con un destrato y una falta de respeto.
Vestuarios
Lo otro que no me gustaron fueron los baños y vestuarios. Muy pobre la higiene, durante el día no vi que repasaran el baño y por la mañana no lo limpiaban hasta cerca de las 9. Las duchas flojas, con agua caliente fluctuante cual Bitcoin. A veces muy caliente, a veces helada. Un día directamente no tuve agua caliente. Además requieren algunas mejoras edilicias. Espacios muy reducidos, incómodos, sin ganchos para colgar nada, etc. En marketing hay un modo muy simple para evaluar la calidad del servicio que se presta, no es necesario ni siquiera consultas al cliente. Consiste simplemente en simular ser un cliente, usando el servicio que se vende. Si alguien de la administración probara lo que venden, rápidamente verían las falencias, que se solucionan con mejoras muy económicas y un esquema de limpieza más estricto.
Comunicación
La comunicación por WhatsApp (medio que figura como contacto) fue bastante pobre. Consulté varias cosas antes de ir, algunas ni siquiera fueron respondidas. De hecho fui con la incertidumbre de si me quedaría, ya que tenía dudas sobre la dinámica del lugar que no está explicada en ningún lado. Considerando que yo estaba haciendo un recorrido que me demandó 5 horas y que estaba yendo el 31/12 para pasar año nuevo me hubiese gustado que tomaran mi reserva de amarra, para tener la certeza del lugar asegurado. Incluso estaba dispuesto a pagar por adelantado si eso garantizaba el lugar. Se trató de ir sin tener ninguna certeza sobre el nivel de ocupación que tendría.